La substancia de que están hechos los sueños
<<La cena bonito concepto. Es la comida que antecede a los sueños… pero tratándose de la cocina de Benazuza, no tiene por qué ser en ese orden>>
Si todo depende del cristal con que se mire, en Benazuza el cristal debe ser fabricado por la substancia misma de que están hechos los sueños, Benazuza es ante todo, el placer de ser gratamente engañado.
Como en un sueño del que no se quiere despertar, el equipo del mejor restaurante de Cancún te lleva desde la llegada, a vivir una experiencia lúdica, mágica, única e inesperada.
La experiencia.
Me cuesta decidir si hablar de una experiencia culinaria o quizá de una experiencia de vida, ponerte en manos del chef Zafra y su talentoso equipo es más que un deleite al paladar, un deleite al corazón de quienes disfrutamos del buen comer. La experiencia comienza con una serie de cocteles que no solo son deliciosos sino además, son antesala perfecta para lo que está por venir, una avalancha de sorpresas, platos y tiempos que deja al comensal como reza el dicho, con la panza llena y el corazón contento.
Una caña de azúcar de Caipiriña, un mojito de esferas verdes, una espuma (mi favorita) de mezcal con gusanos de maguey, una piña colada preparada en una nube de azúcar que se derrite en una cascada de jugo de piña y que en la boca explota sus esferas de Ron, una margarita invisible, preámbulo todos de la cena perfecta que está por venir.
La Cena.
Hablar demasiado de los detalles que conforman la cena me es imposible, no solo porque los procesos de la comida molecular del Chef, dos veces estrella Michelin, son dignos de un laboratorio y no de un simple cocinero, sino además porque se trata de la visión de un andaluz de la comida mexicana y esto representa todo un viaje y homenaje a los sabores de un país inmensamente rico en paladar y tradición, el Chef Zafra logra sin duda alguna, deconstruir los más tradicionales platillos mexicanos para darles un nuevo sentido y acercarnos así a la historia que pretende contarnos, hay que estar atento y abrir bien todos los sentidos, el trovador está cerca a contar su historia y más vale que pongamos atención al degustarla.
Por supuesto los esfuerzos salidos de la cocina de Benazuza serían estériles si no fueran acompañados de un servicio excepcional que equilibra el sabor con el narrador del viaje, así pues cada miembro del restaurante, desde el gerente, la bartender, los meseros y por supuesto el Chef (todos se acercan a tu mesa para asegurarse que estás pasando un buen rato) son piezas claves en el entramado que representa el concepto Benazuza y puedo decir que sin cada uno, la experiencia simplemente no sería lo mismo, el restaurante cuenta también con una excelente cava para acompañar los alimentos (yo pedí un Merlot australiano) y por supuesto, un lugar de ensueño como este, tiene en los postres el broche de oro que cierra una noche magnifica y una experiencia inigualable, que deja al comensal con una gran sonrisa en el rostro y las ganas imperativas de poder volver al lugar donde el cristal donde todo se mira está fabricado por la sustancia misma de los sueños.
El menú es y debe ser una sorpresa, sin embargo aquí te dejamos algunos de los platillos que se incluyen normalmente en la cena.
Doritos con guacamole
Canelón de aguacate & salmón
Fajitas gelle 2.0
Piñata de maracuya
¿Has estado en Benazuza? Cuéntanos ¿Cuál fue tu sorpresa favorita?